Por si fueran pocos los enfrentamientos seculares en la sociedad española, aquí tenemos uno nuevo desde hace prácticamente un año, que empieza a ser también abiertamente desestabilizador y muy grave…
A la gravísima y secular contienda en España entre creyentes acaudillados o respaldados por el poder, y ateos temerarios por contumaces a quienes les esperaba la hoguera; al enfrentamiento ya también secular entre franquistas y comunistas a quienes por tales tienen estos a todos los que no están con ellos o su causa; al no por más o menos larvada o subterránea pendencia que sitúa frente a frente a monárquicos (con todo su coro mediático y parte de los políticos que un día se declararon republicanos) y republicanos de convicción, se ha sumado otro enconamiento: el actual entre vacunados protegidos por el poder, a quienes nada garantiza la supuesta prevención, vuelven a contagiarse y también se mueren, y quienes responsablemente no quieren vacunarse y afrontan la suerte de su salud a pecho descubierto, eventualmente solo con mascarilla, con mínimo contacto social, vida sana y el refuerzo de vitaminas antivirales; en definitiva, “negacionistas” sin más, que es como que les llaman los otros, a quienes, reproduciéndose aquellas otras infames y seculares circunstancias, les espera la persecución de los poderes actuales, el médico-sanitario y su brazo armado el político, pero también la hostilidad exacerbada de la inmensa mayoría de los mutantes asustadizos o forzados por su condición de población activa…
Y pongo en espejo a ateos y creyentes, por un lado, y a “afirmacionistas” y “negacionistas”, por otro, porque la naturaleza de lo que se cree y en lo que se cree y de lo que no se cree y en lo que no se cree, es del mismo paño…
10 Enero 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario